martes, 19 de junio de 2007

Play it Loud

Desde mi atalaya quiero saludar al tripartito y darles la bienvenida a esta su ciudad en su recién adquirida condición de mandamases. Enhorabuena y pasen pa´dentro. ¿Están todos ustedes cómodos? ¿Les han dejado un chicle pegado al asiento? ¿no? Estupendo entonces. Como dice Javier Ruíz todos los malditos días en el informativo de Cuatro, "arrancamos".
Ya veo que se han repartido el pastel a su antojo, según el hambre de cada uno. Eso está bien. Lo que no está bien es cometer el error de siempre en estos casos, que es dejar esta carrera a ninguna parte que es la capitalidad cultural en manos de políticos en lugar de en manos de técnicos, que es donde debería estar. O al menos, a cargo de alguien que tenga pinta de encontrarse por la calle con Paul Auster y saber quién es. Ya no digo saberse la discografía de PJ Harvey, que también. Digo Paul Auster. O Javier Marías. O Norman Foster. O Juan Claudio Cifuentes de "Jazz por que sí", en la prehistoria de la tele española. Qué grande el Cifu. Te puedes bajar sus programa del Emule, no te digo más.
La capitalidad, decía. Yo personalmente, estoy que trino. Como comprenderán, esto podría ser tan raro como tener un concejal de deportes que no conozca a Fernando Alonso. O uno de urbanismo que no sepa dónde están las Carmelitas. Ustedes y el consejo asesor sabrán.
La sensación musical estos días en Casa Playitloud es "Every damn time" de Black Diamond Heavies. A pesar de su nombre, los BDH no son precisamente jevis. Son dos tarados que graban blues/punk para el extraodinario sello Alive Records. No usan guitarras. Sólo teclados, batería y berridos. Son fabulosos, en serio. Una bomba. Otro muy bien disco publicado recientemente es "Republic Disgrace" de Thunder Express. Rock/soul blanco con estilazo.
En Casa Playitloud también hemos visto hace poco "Last days", y esto es lo que pienso de la película en cuestión: Bodrio hediondo de Gus Van Sant que retrata los últimos días del pobre Kurt Cobain, líder de Nirvana. Se abre el plano y se ve a Cobain frente a un caudaloso río cerca de su casa. Se lo piensa y lo cruza a nado, no sin esfuerzo. Cuando llega a la otra orilla, se rasca el culo y se mea en el agua que acaba de cruzar. Así comienza "Last Days", con una bonita y empalagosa metáfora visual de la vida, el éxito y la insatisfacción. Ya saben que Kurt se suicidó porque la fama no le reportaba ninguna emoción, todo lo contrario. El resto de este peñazo es un actor parecido a Cobain dando vueltas por una mansión con goteras. Durante hora y media. En silencio. Lo mismo es muy fiel y muy poética y todo lo que tú quieras, pero el autor de "Smells like teen spirit" no se merecía esto. Una completa y metafísica mierda. Vamos, hombre.
Si desean ver un documental de verdad, les aconsejo "Burden of dreams", sobre el rodaje de "Fitzcarraldo": Werner Herzog, Klaus Kinski y Claudia Cardinale en plena selva tropical tratando de hacer su película en condiciones surrealistas. Alucinante es poco.
Y hablando de cine, esta semana se publica el número chorromil de Versión Original, el VO "de toda la vida". O como dijo una vez Juan Antonio Lumbreras en una gala de San Pancracio´s, el "bo". Espero que la consecuente resaca de los fastos de aniversario no les impida leer estas humildes líneas. Enhorabuena campeones, vaya currazo que os habéis metido. Si buscas "constancia" en el diccionario -perdón, en el google- sale una portada del "bo". Una de aquellas en dos tintas, de cuando el Cifu por lo menos. Y que sea por muchos números más.

José regidor

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